En
francés antiguo, schec significaba <<botín>>, mientras que, en
Alemán, schach significa <<combate>>. Ambas ideas están íntimamente
ligadas; en efecto, ¿Quién dirige al combate y recibe el botín? La lengua árabe
puede aclararlo; se sabe que el cheik es un jefe de tribu, un príncipe: El Cid
era un señor, al igual que el caíd.
Si
pasáramos del árabe al persa, encontramos la palabra sha que indica siempre la
máxima jefatura. De ahí schach (alemán), shak (ruso), scacchi (italiano), escac
(latín), escacs (catalán), sjaak (noruego), etc.
Si nos
detenemos en este punto, es muy sencillo asociar el juego al rey que combate;
sin embargo, existen otras raíces que conducen a significados distintos.
Se sabe que
la palabra <<capitán>> proviene del latín caput y que éste deriva
del griego kephale, de donde tenemos <<encefálico>>,
<<cefalograma>>, etc. Pero, ¿de dónde procede este vocablo?
En
sánscrito, que pertenece a la rama Satem del indoeuropeo, se han encontradas
dos palabras relacionadas con <<cabeza>>: kapalam y cikka, que
sería la más arcaica. La raíz cik, que significa <<examen>>,
explicaría el sentido inicial de la
palabra: la cabeza es, para los sentidos, el lugar supremo de la observación.
Así el
ajedrez se convierte no sólo en el juego del jefe, sino también el juego de la <<cabeza>> por
excelencia, el juego de aquel que sabe observar.
En la rama
kentum se ha encontrado asimismo la palabra Kuko, que depende de algún modo de
cikka. La raíz Kuk fue extendida hacia el oeste por los embajadores de la Edad
de Bronce.
Los pueblos
que creyeron que las cadenas montañosas eran cabezas gigantes utilizaron esta
raíz para nombrarlas. El Cáucaso es un buen ejemplo de ello.
El vocablo
<<ajedrez>> pertenece a una gran familia en la que intervienen el
árabe, el persa, el griego y el latín.
En los
tratados medievales aparecen numerosos términos ajedrecísticos en latín tardío
como. Ludus scacorum (juego del ajedrez) , scacum (jaque), scacco (dar jaque), scaccus (ajedrecista), rex y regina
o fercia (rey y reina), equus (caballo o caballero), miles (soldado), pes-pedis
( peón ), roccus (torre), etc.
Sobre la
palabra <<mate>> extraemos la siguiente cita del Diccionario
Etimológico de J. Corominas:
<<En
Castellano, “mate” y “mat” ya están documentadas en el siglo XIII; en catalán,
mat, Jacme Roig; en occitano antiguo, mat
ya aparecen en trovadores del siglo XII y también en francés medieval.
Dozy partía del árabe mat, “se murió”,
en la frase del juego del ajedrez as-sah-mat (“el rey ha muerto”), pero más
tarde admite (citando bibliografía) que
esto es una frase persa mal entendida por los árabes donde mat es adjetivo de aquel idioma, con el sentido de
“asombrado”, “fuera de tino”, “que no sabe que hacer”. Lo sería por razones
cronológicas, pues no hay noticias de ajedrez en Occidente antes del siglo XI y
“matar” era ya vulgarismo, por lo menos en el X.>>
Del vocablo
<<jaque>> nos sigue diciendo Corominas: <<Tomado del árabe
sah “rey en el juego de ajedrez” tomado, a su vez, del persa sah “xah, rey de
los persas”. Primera documentación: 1283, Libro de ajedrez de Alfonso X el
Sabio (dar xaque= amenazar al rey,
darle al jaque).
<<Como el juego del ajedrez
fue trasmitido desde la India por los persas y los árabes, es natural que el
vocablo venga de persa. En árabe, as, es frecuente como nombre del rey del ajedrez, en muchos autores medievales
desde 1100 por lo menos; además, la locución ‘a ‘wad as-sah con que Almacarí (siglo XVII) llama los trebejos o piezas, indica que el vocablo también se
empleo allí como nombre del propio juego del ajedrez. . . . Sin embargo, lo
normal de un arabismo hubiera sido la
transcripción por “f”, de suerte que es probable que hubiera influjo del
sinónimo escaque, que aparece ya en este sentido en el Cancionero de Baena (juego de escaque; harpas o escaques) y que
se cita del poema de Fernán González; este es vocablo común con el catalán (escac) en el siglo XIII, occitano antiguo
(escac), francés (Echec, eschax, eschiec) desde el siglo XII, italiano (scaco) desde el siglo XIII con Dante,
Villani, etc.
Esta raíz
aparece en bajo latín en las formas scacci o scaccum desde el siglo XI, por lo
menos ( Pedro Damiano, cardenal de Ostia). No es probable que deba separarse de
la denominación perso-arábiga y castellana...>>